SOBRE MÍ
COMO LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS SE CONVIRTIÓ EN MI PASIÓN
EL DILEMA
No puedo decir que idiomas, o el aprendizaje de idiomas me hayan entusiasmados desde siempre, ni mucho menos. En la escuela lo odiaba, porque me aburría mucho. Pero al mismo tiempo me encantaba viajar y escuchar el sonido de otros lenguajes. Estaba deseando poder entender a la gente y hablar con ellos, al igual que en mi cuento favorito de Wilhelm Hauff, El Califa de la Cigüeña, donde los protagonistas se pueden transformar en cualquier criatura tomando una poción y entender el lenguaje del animal que eligen. Por desgracia, yo no tenía esta poción, y tuve que encontrar otra estrategia para entender a las personas. Me acuerdo que intenté aprender unas palabras en el idioma del país al que viajaba y observar la reacción que obtenía cuando las utilizaba.
EL DESCUBRIMIENTO
A pesar de haber estudiado 9 años de inglés, 4 años de francés y 1 año de español en la escuela, me acuerdo lo frustrante que era de apenas poder entender a la gente que hablaba en uno de estos idiomas. Aún menos mantener una conversación con ellos, ni siquiera en inglés. Me di cuenta que estudiar no era igual a aprender. Aquello cambió rápidamente cuando me fui a vivir a los EE.UU. Estaba muy feliz cuando me di cuenta que fue la inmersión en el idioma que me llevó a poder comunicarme con las personas con soltura, igual que la poción en el cuento. Pocos años después me fui a vivir a Barcelona, y mi hipótesis se confirmó. Aprendí español hablándolo e interactuando con las personas.
EL SALTO A LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
Siendo una alemana viviendo en Barcelona, una academia de idiomas me contrató para dar clases de alemán. Habiendo además una demanda de clases de inglés empecé también a enseñar inglés, ya que había vivido unos años en los EE.UU. y sabía de las dificultades que proporciona el proceso de aprender el idioma. Pronto descubrí que no me gustaba mucho el enfoque académico en el aprendizaje de idiomas, que me recordaba demasiado a mis experiencias escolares. Estos recuerdos me empujaron a seguir mi propia visión del aprendizaje de un idioma, creando un entorno que simula una inmersión en el idioma. Así me hice profesora autónoma de idiomas.
MI VISIÓN
La enseñanza de un idioma la veo como un diálogo incluyente entre iguales. El uso activo del lenguaje es la clave para el aprendizaje efectivo de un idioma. Efectivo quiere decir que uno puede comunicarse con habilidad en diferentes situaciones. Parece ser que no soy la única que piensa así. Me contactaron más y más personas queriendo sumergirse en el idioma interactuando en alemán o inglés. Disfrutan hablando de diversos temas relacionados a sus áreas de interés y experiencias de la vida.
MI TRAYECTORIA ACADÉMICA
Mi visión me permitió darme cuenta de lo difícil que es expresarnos en un idioma. Pues, por desgracia no es solamente decir algo en nuestra lengua materna con otras palabras. Por lo tanto estudié para conseguir el título de traductora, para entender las curiosidades del alemán y el español. Yo me veo como una herramienta entre muchas que ayudan a las personas a aprender un idioma. Es mi afán ser lo más eficaz posible. Así que cursé para obtener el título en la Enseñanza del Inglés como Idioma (TEFL). Ahí no paré, me intrigaba saber más sobre el concepto global de la educación y hice la carrera de BA de las Ciencias Educativas. Puse el enfoque en la educación de adultos y cursos de idiomas en empresas. Después de tanta ciencia quería enlazarla otra vez con la práctica y cursé el título en la Enseñanza del Alemán como Idioma (DAF), un curso impartido por el Goethe-Institut.
AVANCEMOS JUNTOS
Durante este proceso volví a Alemania, lo que me brindó la oportunidad de incorporar español en mi cartera de enseñanzas. Para mi es muy importante seguir aprendiendo idiomas, si sólo para acordarme de lo difícil que es aprender un idioma. Cada año viajo varias veces a Francia, y me fascina la experiencia de poder comunicarme con los franceses, y ver como mi francés se desarrolla. Un idioma que odiaba estudiar en la escuela.